Sentada sobre una silla

 
Estaba sentada sobre una silla de plástico, una hermosa damisela, de cabello largo y dorado, y suelto a la vez. Tenía colocado sus anteojos haciendo que sus ojos reluzcan más de lo usual. Se había colocado rímel, haciendo que sus ojos reflejen su alma pura y delicada. Iba vestida con la filipina de color celeste, el uniforme del nosocomio, el cual todos los días, llegaba impecable, de buen porte, con el uniforme planchado, que lo identifica que es hija de un coronel, sabiendo que ellos siempre tienen que estar presentables. También llevaba puesto la bata, que lo identifica como médico. De color blanco. Tiene varias insignias. Sobre los hombros, una charretera de 3 barras, que lo identifica como capitán segundo asimilado. En el tórax anterior, de lado derecho, su apellido. De lado izquierdo, la especialidad a la que pertenece. Es una bata corta, tipo sacola, haciendo que se remarque su cintura. Ese día, iba maquillada, pero tenía poco maquillaje, únicamente dando unos retoques, para remarcar más su belleza, y haciendo que todo ser humano, la pueda apreciar, aunque existen personas que no notan eso. Sobre el cuello, lleva un collar, de color amarillo, que iba dentro de la blusa, el cual no dejaba ver toda la cadena, únicamente se le veía por el cuello. En la mano derecha, lleva una pulsera, haciendo juego con su traje. Sobre la mano izquierda, lleva un reloj digital de color verde olivo, como su apellido. Haciendo que también combine con su vestimenta.  De zapatos llevaba unos blancos, a veces tenis y en otras ocasiones tipo zuecos. Calcetas de color negro, celestes, o de otro color, aunque el color del uniforme exige calcetas de color blanco, ella rompe esas reglas. Haciéndola una persona diferente a las demás, ¡Es única!… para las personas que la puedan apreciar.

Sentada sobre la silla… tenía sobre la mano un dispositivo electrónico, un iPad. De 8 pulgadas, con funda de color verde olivo. Y el mismo se observa bien cuidado, resaltando que siempre está al cuidado de sus pertenencias.  Estaba leyendo un tema para el examen que tocaba en ese entonces, el módulo de gastroenterología. Los temas, no eran muchos, pero el contenido de cada tema, era bastante, aunque era en español. Pero la resolución de los documentos hace que se vuelva cansado para la vista. Pero ella siempre previniendo eso, lee de poco a poco para que no afecta su visión. Estaba leyendo hoja por hoja, entendiendo el tema, tratando de sacar conclusiones hasta donde iba. Y así pasaban los minutos, pero las hojas no avanzan, y esto se vuelve tedioso. Pero ella siempre positiva, leía y no le importaba no terminar, porque lo más importante para ella, es entender el tema, aunque le falten muchas hojas por terminar. De todos modos, faltaban muchos días para que se realice el examen.

Sentaba sobre la silla… viendo a sus compañeros pasar de un lado a otro, viendo el tumulto de residentes y externos. Todos hablando de temas diversos, con diferentes personas, unos yéndose y otros incorporándose. Ese día se presentaba los trabajos investigación, de todos los residentes tanto del nosocomio donde está realizando su residencia, así como, investigaciones de otros hospitales, de diferente especialidad, siempre y cuando tenga relación con medicina. Es una actividad que se realiza todos los años, siempre organizado por el infectologo del nosocomio. 
 
Sentada sobre la silla… sus compañeros le decían, vamos a comer, vamos a tomar algo. Pero ella muy amablemente y con la gentileza que la caracteriza, decía: gracias, pero no gracias. Nadie sabía la razón del por qué estaba en ayunas. Y nadie notaba que estaba pasando, lo único que querían era comer y que la actividad se termine lo más pronto posible, para continuar con las actividades programadas, tanto de servicio, como de posgrado, en fin… todos querían que se acabara lo más rápido, para poder descansar e ir a la casa.

Sentada sobre la silla… ella reprimía sus deseos por ir a comer. Pero solo ella sabía por qué. (aunque algunas personas ya sabían que estaba pasando).

Sentada sobre la silla… remonta que hace varias semanas, había presentado molestias estomacales cada vez que consumía comida copiosa, pero ella consideraba que posiblemente por la velocidad de consumir los alimentos le causaban esas molestias. Posteriormente las molestias, se fueron marcando aún más. Notó algo diferente, cada vez que comía fuera de la casa, o consumía comida rápida …las molestias se acentuaban mas. Y cuando come en su casa, la comida preparada por su madre. Como toda madre preocupada por uno de hijo, aunque a veces no le damos las gracias, por todo lo que hacen por nosotros. Aquella comida que siempre se le sirve caliente, aquella comida libre de grasas y de productos químicos, aquella comida como lo hacía la abuela (aunque no todas las abuelas son iguales), aquella comida recién salida, hecha con todo el amor y esmero del mundo. Haciendo que la comida sea única y especial, como es toda madre sobre la faz de la tierra. Por eso la damisela, ya no comía comida fuera de la casa, salvo casos especiales.

Sentada sobre la silla… recordaba que una vez consumió comida copiosa y sus molestias agudizaron, haciendo que se sentía incomoda, por estar así. Era tanto sus molestias, que decide tomar un medicamento de color blanco, no es antiácido, pero que alivia las molestias, tomándola en varias ocasiones, pero las molestias no ceden, pero… al final… estas ceden. Que incomodidad es estar así, y más estando en el hospital, teniendo tanto medicamento, pero a la vez, sin saber que es. Y luego estuvo en paz interior. Y el día acabó, yendo a la casa a consumir la comida que siempre le prepara su mami.

Sentada sobre la silla… recuerda que… durante un turno, tenía antojos de comer un pan tipo sándwich, pero que esta no esté muy condimentada, y en esa ocasión, la madre no podía complacerla, ya que no se encontraba cerca de ella. Alrededor del nosocomio, por ser una zona de alta plusvalía, y ser una zona especial, existe a no más de 1 kilómetro de distancia, un centro comercial, donde se puede adquirir productos alimenticios, pero lastimosamente solo existe comida rápida, como hamburguesas, pollo frito, comida china, entre otros platillos, pero todos con grasas trans y comida muy condimentada. Pero… recordó… que también existe otra opción, siendo más saludable, y menos condimentada, dentro de todas las opciones que existen en ese lugar. Un lugar donde ofrecen productos tipo sándwiches, con todo tipo de vegetales, con diferentes tipos de pan, diferentes condimentos, y diferentes verduras, el cual se puede acompañar de una botana tipo golosina, o una galleta. También se puede observar diferentes bebidas, con unas cuantas calorías, siempre manteniendo el estatus del establecimiento.  

Sentada sobre la silla… ese día de turno… decide mandar a pedir, la especialidad del día, el cual era de pan integral, era una combinación perfecta de rebanadas de pechuga de pavo, tierno Roast Beef y suculento jamón, con todos los vegetales y aderezo correspondiente. Haciendo que el paladar disfrute de exquisita comida. Una hora después… la comida llega, y todos se organizan, viendo que la emergencia esta todo compensado, para que puedan ir a comer lo más placentero posible. Y disfrutar de excelente comida. Pero posterior a la ingesta de la comida, la hermosa joven, inicia con dolor abdominal nuevamente, a lo que ella deja de consumir el alimento previamente deseado. Sus molestias no ceden, ingiere liquido de color blanquecino, inodoro, incoloro, llamado agua pura. Pero persiste. Al persistir con estas molestias, vuelve a tomar su medicamento, y esta alivia. Y queda más tranquila durante el turno. Como dato adicional, es importante mencionar, que estas molestias ya las había presentado previamente. Entonces, ante tal situación, y aprovechando que sus amigas se encuentran en consulta externa, les pide de favor, que, si pueden conseguir un medicamento que es el <<boom>> de los inhibidores de bomba de protones, un medicamento llamado dexlanzoprazol, y según estudios aleatorizados, con revisión de múltiples meta análisis, y revisiones por Cochare, este nuevo medicamente tiene indicación IA, para tratar dichas molestias. Por tanto, sus amigas, hacían todo lo posible para conseguir el medicamento con los visitadores médicos. Con el objetivo de ayudar a que la bella dama, aliviara sus molestias. Pero… lastimosamente… a pesar de tomar dicho medicamento, con recomendación IA, sus molestias, no cedían. Por tanto… estaba molesta, desesperada… pero luego esto mejora.
Sentada en la silla… advirtiendo que la situación no mejora, decide consultar con el gastroenterólogo del hospital, el mejor gastroenterólogo que existe a nivel del nosocomio. Le comenta su caso, analizan, planean, y la joven con cabello largo y dorado, comenta todos sus síntomas, que estos síntomas agudizan cada vez que consume comida copiosa; pero si comía comida hecha en casa, preparada por las manos de su mami, estas molestias cedían. También comentó, que, a pesar de la toma del medicamento, que teóricamente iba a solucionar su problema, persiste ante tal contrariedad. Llama la atención al gastroenterólogo, luego de argüir, que a pesar de todo lo hecho persiste ante tal impasse. Entonces… deciden realizar un estudio endoscópico, con el objetivo de evaluar, el origen de tal situación. Por tanto… concuerdan que se realizara el estudio a las 11:00 horas de la mañana, en un centro asistencial, ubicada en una zona reconocida, por tener varios edificios, los cuales todos se dedican al ámbito de la salud, ubicado en una zona de plusvalía.

Sentada en una silla… ahondando en los temas de gastroenterología, como se comentó previamente, porque era tema de examen. El Ángel allí sentada, meditabunda ante la situación. No dejaba de cruzarse por su mente ¿Qué ira a pasar? ¿Qué encontraran? ¿Qué pasara si encuentran algo malo? Estas y otras preguntas merodeaban su mente, haciendo que se torne más tensa. Absorto en estos pensamientos, no podía concentrarse en la lectura. Su mente giraba a las preguntas ya planteadas. Viendo el reloj a cada instante, porque la hora se va aproximando. Tensa, nerviosa, asustada, pasmada, no dejaba de pedirle a Dios que todo saliera bien, que todo tiene que ser negativo. Se decía a si misma: ¡Dios, ayúdame! ¡Dios Cuídame! ¡Dios dame fuerzas! ¡Dios, que todo lo que se haga hoy, sea según tu voluntad, y que me ayudes en lo que encuentren! Así seguía, y decidió orar, en silencio, en su mente, sabiendo que él es el único que la puede ayudar. Sin percatarse de ello, 3 filas atrás, se encontraba un joven mulato, de complexión delgada, eso cree él. También vestía el uniforme celeste, con el peinado alborotado, con los pelos parados. Con los dientes chuecos, con los zapatos, digámosle blancos, ya que estos están sucios, y ahora son de color gris. El uniforme, limpio, pero arrugado. Algo que es totalmente diferente a lo que ella es. Ella impecable… él todo lo contrario.

Sentada sobre la silla… ella cogitabunda ante la situación. Cuando de forma imprevista, llega el joven y saluda de beso. Ella pierde la concentración por un momento. Entablan una conversación. Él pregunta, porque no ha ido disfrutar del Coffe Break, y ella, ante la confianza que le tiene, le comenta el caso y le indica, que se le practicara un estudio endoscópico, porque sus molestias no ceden. Y eso la tiene acongojada. Él… ante la noticia, hace una pausa… mientras realiza la pausa, analiza que decir para no decir alguna barbaridad y no preocupar aún más a la niña de sus ojos. Luego de una plática amena, el joven se retira, porque tiene necesidad de usar el sanitario, luego él se distrae con otras personas, y oye que la plática se reanuda nuevamente. Tenía la intención de regresar nuevamente con ella, pero vislumbra que una de sus amigas estaba con ella, entonces mejor decide estar en su lugar, 3 filas atrás, observando desde allí. Él… impaciente, observa que la hora está llegando, y cuando se da cuenta, la joven se levanta, agarra su bolsón, que es único, de color blanco, con rayas horizontales negras, no utiliza cremallera, si no, utiliza una cinta para asegurarla. Tiene un fondo de color café, hecha de tela de cuero, que se puede apreciar desde lo lejos. La agarra con la mano derecha, con la mano izquierda cubre su iPad, la bloquea y la resguarda en su bata, colocándola en el bolso que se encuentra de lado izquierdo. Sostiene su bolsón con la mano derecha, se la sube al hombro derecho, luego se la coloca en el hombro izquierdo. Luego de acomodar el bolsón. Coloca ambas manos debajo de su cabello, liberando el mismo, mostrando que ella tiene el cabello más hermoso de ese recinto. Y luego se lo acomoda de tal forma, que está luciendo su cabello. Ante la premura del tiempo, se despide de prisa y se dirige hacia su destino, hacia aquel lugar, donde el destino la espera…

Sentado desde la silla… el joven ve partir a la lozana joven. Y él, al ver la escena, se encuentra nervioso, desconociendo lo que se podrá hallar ante el examen ya programado. Y para la tranquilidad de él joven, decide mandarle un mensaje, escribiendo que todo le salga bien. Y que le pida a Dios que la ayude. Porque él es el único que nunca nos abandona…. Las horas pasan… la actividad termina con éxito. El joven se pone tenso, se presiona la mano una con la otra, una abriendo la palma de la mano y la otra empuñándola, y luego realizan una fuerza contraria, hacienda que los huesos crepiten un con otro. Terminando la actividad, todos se despiden, todos agarran su destino. Y el joven baja y sube a su vehículo, con destino a su casa.

Sentado en la silla… el joven pensativo ante la situación. Observa el reloj… y nota que ya son las 13:00 horas. Él dice… a esta hora ya termino todo el procedimiento, y se tiene un diagnostico parcial. Por tanto… le escribe un mensaje preguntando ¿Qué hallazgos se obtuvieron? ¿Cuál fue el diagnostico probable y el tratamiento? Espera un instante… mientras del otro lado de la ciudad, en el edificio ubicado en una zona exclusiva… sentada en una silla… la joven escucha al gastroenterólogo, diciendo que los hallazgos encontraron, no eran tan significativos. Encontrando esofagitis B, según la clasificación de los ángeles. Y el gastroenterólogo, seguía explicando los hallazgos… y él hace una pausa… realiza gestos de preocupación. Y le comenta, que también pueda ser que este cursando una patología llamada, esófago de Barret. Cuando la joven oye tal noticia, siente que su mundo termina allí, que tiene una patología algo complicada. Pero luego reacciona, y se dice a sí misma. ¡Dios ayúdame! Y el gastroenterólogo, prosigue con la explicación, y comenta que se tomaron biopsias para confirmar y/o descartar dicha patología. Y el médico especialista le prescribe medicamentos, y dieta. Mientras se esperan a que salgan los resultados de las biopsias. Ella… al ver el mensaje del joven, y con la educación que la caracteriza, responde el mensaje describiendo los hallazgos encontrados, sobre la dieta y la espera de resultados de la biopsia. Luego de esta noticia. El joven queda algo intranquilo, no podía quitarse de la mente que podía cursar con esa patología, e indagando sobre el historial, se le hacía raro que podía cursar con esófago de Barret, porque la joven no tenía antecedentes personales y familiares, o factores de riesgo que la hagan susceptible de adquirir esta enfermedad.

Sentado en la silla… el tiempo pasó, los meses transcurrieron, hubo cambio de rotación. Y ella seguía con la dieta que se le había indicado realizar. Y sus síntomas mejoraron considerablemente. Y ella se sentía mejor, ya que las molestias cedieron al fin. En el último turno, los estudiantes deciden comprar comida, para celebrar que se acaba otro mes más, en ese nosocomio. Todos murmuran sobre que se va a pedir, que se va a comer, pero nadie dice que se les antoja a los comensales residentes. Entonces… hubo alguien que mencionó unas alitas de cierto restaurante de comida rápida, que se caracteriza por vender pollo, siendo esa su especialidad: pollo frito. Por tanto, se compró una caja de alitas. El combo de 30 piezas acompañado de gaseosa y aderezos de diferentes sabores. Llego la hora de comer. Se reúnen en el cuarto de residentes, que queda al fondo de la emergencia, un cuarto pequeño, pero acogedor, con dos camas, un ventilador, un televisor con cable, baño privado, una mesa, una computadora y un sillón de color negro, algo incomoda, por cierto. Todos disfrutando de la exquisitez de la comida comprada. Ella sabiendo de su dieta, se aventuró a consumir dos alitas de pollo, a sabiendas de su dieta. El joven, le dice: tú no puede comer eso… recuerda tu dieta, y de lo que te dijo el médico especialista. Pero ella… tan sonriente dijo, el gastroenterólogo dijo que ya puedo volver a la dieta de antes, solo que introduciendo la dieta paulatinamente. Porque las biopsias salieron negativas …entonces no hay de qué preocuparse. Él joven en su mente, dijo para sí mismo: Gracias a Dios, que no salió nada en la biopsia. Todos comieron, todos disfrutaron de la exquisitez de la comida. Al llegar la hora, los estudiantes se despiden de todos, y ellos emprenden el viaje a su hogar. Para descasar y retomar fuerzas para el día siguiente, para volver a la faena de la semana. Y todo transcurre con normalidad.

Sentado en la silla… el joven que estaba a cargo de los servicios de encamamiento recibe una llamada del servicio de señoras, y dirige sus pasos hacia ese lugar, para resolver el problema planteado. La joven, jefa de grupo, decide ir a intensivo para cerciorarse que todo se encuentra bien, y que no haya dudas con las conductas dictadas durante el turno. El joven, estando en el servicio de señoras, evalúa a la paciente, y al ver que no era nada complicado, busca la papeleta, toma el lapicero con la mano derecha, busca la hoja de evolución, e inicia a escribir una nota, explicando sobre la condición actual, y que no era emergencia. El joven realiza la nota, con la letra que lo caracteriza. ¡Dios, que letra más horrible! ¡No se cómo puede escribir así! ¿¡Por qué no hace caligrafía para mejorar su letra!? Mientras realizaba su nota, el joven se encontraba pestañando, cabeceando, quien ya no podía soportar el sueño. Por tanto, termina su nota y dirige sus pasos hacia el cuarto de la emergencia, con el objetivo de ir a retomar fuerzas, porque el turno estuvo agitado. Al llegar al cuarto, observa que la joven aún no ha llegado, por lo cansado… por la hora… él decide acostarse sobre la cama que se encuentra a la izquierda del cuarto, y por lo cansado, únicamente decide acostarse de forma parcial, y por el clima de ese momento que hacía calor, no utiliza cobija alguna. Cierra los ojos y duerme, con un sueño superficial. Es tan superficial el sueño… que, de forma espontánea, oye pasos en el cuarto, entreabre los ojos y observa que la joven acaba de llegar, y ella le comenta, ¡Ya estas acostado! ¡No me esperaste! Él guardo silencio, sin responder a tal pregunta. Ella iba con unas sábanas entre sus brazos, quita las sabanas anteriores, hace la cama, se retira sus pertenencias, alistándose para descansar y retomar fuerzas. El joven, oía todo lo que hacía, y él se decía, que bueno que ya está allí, para que descanse, luego de una larga faena. Cuando oye que la caja de la comida se abre… el joven bruscamente despierta, y le dice a la doncella: ¡No lo hagas, Tu dieta!… ¡No lo hagas, Tu dieta!… No… No… Pero la joven osa tomar una pieza con su mano derecha, la dirige hacia su paladar… y el joven, le recuerda que no lo haga, él insiste… pero ella teniendo la pieza de pollo ya casi cerca del paladar… desafiante ante la circunstancia. Él joven por lo cansado que se encuentra, no logra quitarle la pieza de pollo, y ella le propicia un mordisco al pollo. El joven, diciendo en ese momento: ¡Noooooo! ¿Por qué lo hiciste?, pero… es tarde… él no pudo detener esa acción… y ella sonriente por desafiar al joven, ya que insistía en su dieta, pero ella deseaba esa pieza de pollo, luego de un largo tiempo de dieta. La joven, al comer la pieza, se reía a carcajadas, diciéndose para sí misma, no lograste detenerme, mira como disfruto la comida, mira que yo si como, y no me importa la dieta.

Mientras tanto… el joven, tendido en la cama, se decía a sí mismo, intenté detenerla, pero no pude… pero hice el intento. Él preocupado por la dieta. Y ella… muriéndose de risa, carcajeándose en el cuarto, siendo la 1 de la madrugada. ¡Que risa! ¡Que escena tan hilarante! Al final… ella decide acostarse, se cubre con las cobijas… él al oír que ya estaba acomodada y durmiendo cómodamente. Cierra sus ojos y duerme en paz. Porque sabe que ella ya está descansando. Las horas pasan, y todo transcurre con tranquilidad. Al llegar el amanecer, todos corriendo por saber que todo haya transcurrido con normalidad, y así fue. Los días pasaron… una vez cuando se reunieron todos en el comedor, la joven comentó a sus demás compañeros sobre la escena y lo épico que fue, todos diciendo que fue graciosa. Fue tan hilarante, que la joven le comentó a su madre, sobre la situación, y ella también rio a carcajadas. Nunca se olvidarán de esa escena, que ocurrió a la 1 de la mañana.

Sentada en una silla… mejor dicho: recostada en una cama…la joven lee todo esto, preguntándose ¿Por qué me escribe?… ¿Por qué lo sigue haciendo? ¿Por qué YO…? y demás preguntas que se cuestiona ella misma… cogió el teléfono, lo bloqueó, y se dice: Es un loco… cierra los ojos y duerme para descansar, luego de un largo turno, donde los residentes no hacen recetas.
 

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio