Recorro el camino sin nadie a mi diestra. Es
difícil entender que ya paso mucho tiempo desde tu decisión de marcharte… y
hasta la fecha… ¡No comprendo que fue lo que sucedió! ¡Mi cabeza es como un
laberinto, todo es un embrollo! ¡Mi corazón esta como un páramo desolado por tu
ausencia!
Ha pasado muchas lunas llenas desde que te
hable, y desde que toque tú mano. desde que sentí un abrazo tuyo. 

Ha pasado
mucho tiempo cuando tuve la dicha de acariciar el olor tu perfume característico,
esa loción que aun guardo en mi subconsciente. Y hasta la fecha, no he podido
eliminar. Y quedo tan arraigado, que si algún día tendría que eliminar ese olor,
tendrían que quitarme el encéfalo. 

¡Qué situación, tan difícil!
Recuerdo el día que te alejaste de mí…
Recuerdo el día, donde te tornaste indiferentes
hacia mi persona…
Recuerdo el día, cuando rechazabas mis
besos…
Cuando no dejabas que te abrazara, o te dirigía
la palabra, como lo había hecho desde antes…
Mi corazón aún llora tu partida.
Mi ventrículo izquierdo… aun late por ti
cada vez que recuerda tu nombre… tú loción… tú risa… tus rabietas… tú forma de
ver las cosas… en fin…

Mi encéfalo aun libera neurotransmisores,
cuando mi ventrículo inicia con taquicardia, solo con oír nuevamente tú nombre…
pero ambos discuten… ambos tienen opiniones diferentes… y ambos objetan sus
vertientes hacia ti.

Uno lucha porque regreses… mientras él otro…
aún lucha por no olvidarte… pero ambos concuerdan en algo… ambos quieren que
esta lucha desaparezca. Esta trifulca que vemos todos los días, se apacigüe, que
se llegue a su fin… y nuevamente este terreno paramo y desolado, vuelva a ser aquella
tierra verde, con abundante vegetación, donde encuentres muchas rosas de diferentes
colores, tulipanes, dalias, girasoles, entre otras…

Mientras tanto… mientras espero a que
regreses… el camino es áspero… lleno de espinas… los cuales rozan mi piel y mi
alma…
No digo tú nombre…
Pero tú sabes quien eres…

Compartir

Leave A Comment