Un estudio reciente publicado en Annals of Emergency Medicine indica que el ibuprofeno es un analgésico tan eficaz como la combinación paracetamol-codeína en niños con fractura en la extremidad superior.  

Aunque el alivio del dolor es similar, el ibuprofeno es probablemente la opción más favorable porque mejora el resultado funcional, provoca menos efectos adversos y aumenta la satisfacción del paciente y de los padres.
  
La Dra. Amy L. Drendel de la Medical College de Milwaukee (Estados Unidos) y sus colaboradores afirman que “los niños con fracturas precisan analgesia segura y eficaz en el servicio de urgencias”. “El dolor durante los primeros días tras una fractura puede ser intenso”.  

Para la fase aguda tras una fractura los médicos clínicos recomiendan habitualmente paracetamol-codeína o ibuprofeno. “No se ha evaluado la eficacia de ninguna de estas dos medicaciones en los niños con fractura”.  
El presente es un estudio aleatorizado con ocultación doble en niños evaluados durante los tres días siguientes al alta del servicio de urgencias por una fractura en la extremidad superior. Participaron 336 niños, de 4 a 18 años, asignados al azar a ibuprofeno (10 mg/kg por dosis) o paracetamol-codeína (1 mg/kg de codeína por dosis).  

Doce pacientes no eran apropiados para el estudio y 80 no completaron el seguimiento, por lo que en el análisis solo participaron 244 niños (116 del grupo de paracetamol-codeína y 128 del grupo de ibuprofeno). El criterio principal de valoración era el fracaso de la medicación definido como la necesidad de analgesia de rescate. Los criterios secundarios eran el uso de analgésicos, puntuaciones de dolor, resultados funcionales, efectos colaterales y satisfacción del paciente y de los padres.  

La mediana de dosis en cada grupo era cuatro. La tasa de fracaso terapéutico con ibuprofeno era menor que con paracetamol-codeína (20,3% frente a 31%), aunque la diferencia no alcanzó significación estadística.  
Los niños con ibuprofeno tenían significativamente menos probabilidad que los tratados con paracetamol-codeína de interferencia del dolor en el juego y en la alimentación. Por el contrario, no había diferencia entre ambos analgésicos respecto a la interferencia del dolor en la escolarización o en el sueño.  

Durante los tres días evaluados el 50,9% de los niños con paracetamol-codeína sufrieron algún efecto adverso frente al 29,5% de los tratados con ibuprofeno, una diferencia del 21,4%. Las tasas de náuseas (18% frente a 5%) y vómitos (11% frente a 2,4%) eran también significativamente mayores en el grupo de paracetamol-codeína.  

El día 1 la proporción de padres satisfechos o muy satisfechos con el tratamiento de sus hijos era mayor en el grupo de ibuprofeno: 85,8% frente a 67,3%. El grado de satisfacción también era mayor en los niños del grupo de ibuprofeno, con el sabor del fármaco como determinante clave.  

Los autores señalan que “está claro que el paracetamol-codeína tiene mala tolerabilidad por los niños y que el grado de satisfacción del niño y de los padres es bajo”. “Estos hallazgos deberían influir en la elección de los médicos al prescribir medicación debido a los problemas conocidos de adherencia terapéutica tras el alta del servicio de urgencias”.  

Concluyen que “en los niños con fracturas de la extremidad superior no complicadas es preferible como tratamiento ambulatorio el ibuprofeno a la combinación paracetamol-codeína”. 

Ann Emerg Med. 2009;54:553-560.

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