El mundo de los videojuegos se ha convertido en muchos casos en el principal entretenimiento de los niños, pero los padres deben tomar en cuenta algunos factores de prevención para evitar problemas en los pequeños


Estudios sobre la personalidad han demostrado que los niños que constantemente se entretienen con videojuegos, pueden llegar a tornarse obsesivos, frustrados y agresivos al no cumplir con sus metas dentro del juego.
En ese sentido, los juegos pueden provocar trastornos psicológicos que surgen por las mismas adicciones a los videojuegos; incluso los patrones de ansiedad se tornan más severos cuando los pequeños pasan mucho tiempo dentro del juego.
Asimismo, se provoca un aislamiento en el niño lo que afecta su faceta social por estar sumergido en el mundo virtual de los videojuegos. 


¿Qué hacer?

No se trata de que los padres se opongan rotundamente a que los niños disfruten de un momento de ocio en los videojuegos, pero sí deben tener una actitud vigilante e imponer una serie de normas para que el niño sepa que todo es posible si se siguen las reglas.
Es importante que los padres sepan el contenido de los juegos y descarten los que sean violentos o que fomenten actitudes perjudiciales.  Existen juegos educativos que contribuyen a desarrollar la psicomotricidad.
No hay que permitir que el niño juegue indefinidamente; se sugiere que juegue dos horas al días y con descansos de media hora.

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